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Descubre los tipos de ERP, definición, sus ventajas, diferencias con CRM y los sistemas más usados en el mercado.
En un mundo empresarial cada vez más competitivo y digitalizado, las herramientas de gestión se han vuelto indispensables para mejorar la eficiencia y la productividad de las organizaciones. Pero, ¿qué es exactamente un ERP y por qué es tan crucial para las empresas? Este texto explorará en profundidad, los diferentes tipos de ERP que existen, cómo se distinguen de los sistemas CRM (Customer Relationship Management), las ventajas que ofrecen a las empresas y cuáles son los ERP más utilizados en el mercado actual. Con esta información, se podrá comprender mejor cómo estas herramientas pueden transformar la forma en que las empresas gestionan sus recursos, optimizan sus operaciones y mejoran la toma de decisiones.
Qué es ERP
Un ERP, que por sus siglas en inglés significa Enterprise Resource Planning (Planificación de Recursos Empresariales), es un tipo de software utilizado por las empresas para administrar sus actividades diarias, tales como la contabilidad, la adquisición de suministros, la gestión de proyectos, la gestión de riesgos, el cumplimiento normativo y las operaciones de la cadena de suministro. Un sistema ERP completo también incorpora herramientas para la gestión del rendimiento empresarial, que permiten planificar, elaborar presupuestos, prever y reportar los resultados financieros de una organización.
Estos sistemas conectan diferentes procesos empresariales y facilitan el flujo de información entre ellos. Al recolectar los datos de transacciones de diversas fuentes dentro de la empresa, los ERP eliminan las duplicaciones de datos y aseguran la integridad de la información, proporcionando una fuente única y confiable de datos.
Hoy en día, los sistemas ERP son esenciales para la gestión de miles de empresas de distintos tamaños y sectores. Para estas organizaciones, un ERP es tan indispensable como la electricidad que las mantiene operativas.
Historia del ERP: la evolución acelerada del ERP
Antes de exponer cuales son los tipos de ERP, es necesario conocer la historia de este concepto. En la década de 1960, surgieron las primeras aplicaciones de negocio computarizadas en el ámbito de la contabilidad y las finanzas, utilizando computadoras centrales. Estas soluciones pioneras ofrecían mayor rapidez y precisión en comparación con los procesos manuales, aunque presentaban limitaciones en términos de costo, funcionalidad y velocidad. Pronto, estas aplicaciones dieron lugar a desarrollos más específicos, como sistemas para gestionar pedidos de clientes y la planificación de necesidades de fabricación (MRP).
A mediados de los años ochenta, la creciente competencia en el sector manufacturero demandaba herramientas más avanzadas. Fue entonces cuando el software MRP II hizo su aparición, integrando no solo la contabilidad y finanzas, sino también las áreas de ventas, compras, inventario y planificación de la producción, proporcionando un sistema unificado para los fabricantes.
Hacia finales de la década de 1990, se introdujo el concepto de ERP, revolucionando el panorama tecnológico al atender las necesidades de una variedad más amplia de industrias y combinando funcionalidades de MRP II con recursos humanos, contabilidad de proyectos y generación de informes para el usuario final.
En el siglo XXI, la evolución de los ERP se ha visto impulsada por el aumento de la velocidad de internet y nuevas herramientas de desarrollo. La llegada de software accesible a través de navegadores abrió las puertas al ERP basado en la nube, lo que ha incrementado significativamente las capacidades y el alcance de estas soluciones.
Hoy en día, en plena era de la transformación digital, los sistemas de ERP modernos incorporan tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, el machine learning, la automatización robótica de procesos (RPA), el internet de las cosas (IoT), el procesamiento de lenguaje natural (NLP) y bases de datos in-memory. Estas innovaciones permiten a las empresas ejecutar procesos más eficientes, utilizar datos transaccionales y no estructurados en tiempo real y mantenerse competitivas en un entorno de constante cambio.