Ciberresiliencia vs. ciberseguridad: protección en un mundo conectado

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El aumento en la sofisticación de los ciberataques y la creciente complejidad de los sistemas tecnológicos han dejado claro que las medidas tradicionales de ciberseguridad ya no son suficientes. En respuesta a esta realidad, ha surgido el concepto de ciberresiliencia.


En la era actual, donde la tecnología gobierna y las empresas dependen en gran medida de la digitalización, la ciberseguridad ha pasado de ser una precaución a una necesidad urgente. El aumento en la sofisticación de los ciberataques y la creciente complejidad de los sistemas tecnológicos han dejado claro que las medidas tradicionales de ciberseguridad ya no son suficientes para mantener a salvo los activos digitales y la continuidad operativa de las organizaciones.

En respuesta a esta realidad, ha surgido el concepto de ciberresiliencia. Este término va más allá de la prevención y se centra en la preparación para enfrentar ciberataques y en la capacidad de recuperarse de manera eficiente en caso de que ocurran.

Pero en realidad ¿cómo se diferencia de la ciberseguridad?, ¿por qué es tan esencial para las empresas?, ¿y cómo puede marcar la diferencia en un panorama digital cada vez más amenazante? S2 Grupo, multinacional española especializada en ciberseguridad y gestión de sistemas críticos, compartió algunas precisiones sobre este importante concepto.

El cambio de paradigma: de la ciberseguridad a la ciberresiliencia

En principio vale la pena empezar por entender a qué hace referencia la ciberresiliencia. Conocida también como resiliencia cibernética, este concepto se define como la habilidad de una organización o sistema para resistir y recuperarse de ciberataques y eventos cibernéticos adversos. En esencia, es la capacidad de "rebotar" después de un golpe cibernético, minimizando el daño y permitiendo que la operación continúe sin interrupciones prolongadas.

Esta estrategia va más allá de la mera reacción a incidentes; implica la preparación proactiva para diversos escenarios, la detección temprana de amenazas y la implementación de medidas para restaurar la normalidad lo más rápido posible.

Aunque su relación con la ciberseguridad es directa, no son conceptos intercambiables. Por un lado, la ciberseguridad se enfoca en prevenir y evitar ciberataques, mientras que la ciberresiliencia se centra en la preparación para enfrentar ataques y en la capacidad de recuperarse rápidamente en caso de que ocurran.

Ciberresiliencia vs. ciberseguridad - protección en un mundo conectado

La ciberresiliencia es la respuesta a la inevitable realidad de que ningún sistema es inquebrantable y que la preparación es clave para enfrentar los desafíos digitales.


Históricamente, las empresas se centraban principalmente en la ciberseguridad, es decir, en prevenir y evitar ciberataques. Sin embargo, con la creciente sofisticación de los ataques y la diversidad de vectores de amenazas, la noción de que se puede prevenir cada ataque se ha vuelto poco realista.

Es aquí donde entra en juego la ciberresiliencia. Este enfoque reconoce que los ataques cibernéticos pueden ocurrir en cualquier momento y se enfoca en reducir el impacto y la duración de dichos ataques, así como en garantizar una rápida recuperación.

En otras palabras, la ciberresiliencia es la respuesta a la inevitable realidad de que ningún sistema es inquebrantable y que la preparación es clave para enfrentar los desafíos digitales.

Los beneficios invaluables de la ciberresiliencia para las empresas

La adopción de la ciberresiliencia trae consigo una serie de beneficios que pueden marcar la diferencia en la supervivencia y el éxito de una empresa en el mundo digital actual. S2 Grupo, multinacional española especializada en ciberseguridad y gestión de sistemas críticos, destaca los siguientes:

  1. Reducción de la vulnerabilidad a ciberataques.

Al implementar estrategias de ciberresiliencia, las organizaciones disminuyen la probabilidad de sufrir ciberataques y minimizan su impacto en caso de que ocurran. Esta preparación reduce la exposición a riesgos cibernéticos y protege los activos digitales críticos.

  1. Ventaja competitiva

La capacidad de recuperarse rápidamente de un ciberataque es una ventaja competitiva esencial en un mundo donde el tiempo de inactividad puede ser costoso en términos de ingresos y reputación. Así, las empresas ciberresilientes pueden continuar operando mientras otras luchan por recuperarse.

  1. Protección financiera

Los ciberataques no solo dañan la infraestructura digital, sino que también pueden resultar en pérdidas financieras significativas debido a la interrupción de las operaciones y los costos de recuperación. De esta manera, esta estrategia ayudan a minimizar estos riesgos financieros.

  1. Salvaguardia de la reputación

Las filtraciones de datos y otros incidentes cibernéticos pueden dañar la confianza de los clientes y afectar negativamente la reputación de la empresa. La ciberresiliencia ayuda a mantener la confianza del cliente y a proteger la imagen de la marca.

  1. Formación y preparación del equipo

Las empresas suelen asumir que para establecer protocolos de ciberresiliencia es necesario tener equipos grandes. Sin embargo, la clave no está en el tamaño del equipo, sino en la preparación. De esta manera, la empresa ciberresiliente invierte en la formación de su equipo de TI y lo prepara adecuadamente para enfrentar las amenazas actuales y futuras. Esto garantiza una respuesta eficaz y una gestión efectiva de incidentes.


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Desafíos en la implementación de la ciberresiliencia

A pesar de los beneficios evidentes, implementar la ciberresiliencia no es una tarea sencilla. Según S2 Grupo, las organizaciones enfrentan desafíos como la escasez de habilidades y formación en ciberseguridad; la evolución constante de los sistemas tecnológicos y la necesidad de conocer profundamente su propia infraestructura digital. Además, la ciberresiliencia requiere un cambio cultural y organizativo para fomentar la conciencia y la acción en toda la empresa.

En un esfuerzo por fortalecer la ciberresiliencia, la Unión Europea estableció la Ley de Ciberresiliencia (Cyber Resilience Act o CRA). Esta legislación establece requisitos de ciberseguridad que deben cumplir los productos con componentes digitales de hardware y software. Al enfocarse en la seguridad desde la fase de diseño y desarrollo, la CRA busca garantizar un marco coherente de ciberseguridad y aumentar la transparencia en las propiedades de seguridad de los productos digitales.

Dudas frecuentes en torno a la ciberresiliencia

Muchas veces, para las empresas tener medidas de ciberseguridad es suficiente para proteger los activos digitales y garantizar la continuidad de las operaciones y la confianza de los clientes. Sin embargo, como ya vimos, la ciberresiliencia complementa la ciberseguridad existente al proporcionar una estrategia integral que incluye preparación, detección temprana y recuperación. Incluso con medidas de seguridad sólidas, es importante estar listo para reaccionar ante cualquier incidente.


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Frente a este punto, Fenollosa hace las siguientes precisiones: “Una empresa ciberresiliente supone, en definitiva, una organización que ha preparado sus sistemas y sus políticas de actuación frente a las ciberamenazas. Para ello, prevé los posibles escenarios en que sus sistemas pueden verse comprometidos; evalúa la probabilidad de los compromisos; la posible ruta de propagación y la respuesta que será capaz de dar, siempre teniendo en cuenta el impacto final tanto en la organización como los usuarios”, explica Fenollosa.

Finalmente, a medida que las amenazas cibernéticas continúan evolucionando, la adopción de la ciberresiliencia no es solo una inversión en la seguridad, sino también en el futuro de las organizaciones en un mundo digital en constante cambio.

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El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, anunció, mediante comunicado de prensa, que las exportaciones del sector manufacturero completaron cinco meses consecutivos de crecimiento. De acuerdo con la entidad, en febrero, el comportamiento positivo de las exportaciones colombianas estuvo impulsado por las ventas externas del sector agropecuario y de alimentos (9 %) y de los combustibles (8,9 %). La ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Lorena Gutiérrez, manifestó su satisfacción por el resultado y explicó que la recuperación de la economía global incidió en el buen desempeño de las exportaciones colombianas. “El alza que muestran las exportaciones manufactureras es muy relevante. Esto es resultado de la política de diversificación de la oferta exportable en la que estamos empeñados y del trabajo de profundización y aprovechamiento de los acuerdos comerciales. Invito a los empresarios a seguir trabajando juntos en este proceso”, señaló la ministra Gutiérrez. El incremento de las ventas externas manufactureras en febrero estuvo impulsado por diferentes bienes. Productos como equipos de transporte (148,3%),  manufacturas de caucho (112,5%), abonos (97,6%), equipos y materiales fotográficos (93,1%), manufacturas de corcho y madera (89%), plásticos en formas primarias (78,5%), hierro y acero (51%), edificios prefabricados (46,5%), manufacturas de minerales no metálicos (46,3%) y productos medicinales y farmacéuticos (38,9%), entre otros, impulsaron esta clase de ventas. En cuanto al sector de las exportaciones agropecuarias y de alimentos se destacan productos como: pescado (155,9%), azúcares y preparados con azúcar y miel (111,7%), tabaco y sus productos (77,4%), aceites y grasas fijos de origen vegetal (71,6%), pienso para animales (50,7%), carne y preparados de carne (45,9%) y bebidas (42,5%), entre otros. Por otro lado, las exportaciones totales colombianas en el primer bimestre aumentaron 13,9 % al compararlas con igual periodo de 2017. Las manufactureras crecieron 20,5%, las agropecuarias y de alimentos 17,7% y las de combustibles 15,3% en los dos primeros meses del 2018. Argentina, con un incremento de 158%, Paraguay (133,2%), Canadá (135,4%), Austria (119,7%), Francia (83,4%), Corea del Sur (40,5%), Costa Rica (15,7%) y Estados Unidos (4,6%) son algunos de los socios comerciales a los que más crecieron las exportaciones colombianas en los dos primeros meses de este año.El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, anunció, mediante comunicado de prensa, que las exportaciones del sector manufacturero completaron cinco meses consecutivos de crecimiento. De acuerdo con la entidad, en febrero, el comportamiento positivo de las exportaciones colombianas estuvo impulsado por las ventas externas del sector agropecuario y de alimentos (9 %) y de los combustibles (8,9 %). La ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Lorena Gutiérrez, manifestó su satisfacción por el resultado y explicó que la recuperación de la economía global incidió en el buen desempeño de las exportaciones colombianas. “El alza que muestran las exportaciones manufactureras es muy relevante. Esto es resultado de la política de diversificación de la oferta exportable en la que estamos empeñados y del trabajo de profundización y aprovechamiento de los acuerdos comerciales. Invito a los empresarios a seguir trabajando juntos en este proceso”, señaló la ministra Gutiérrez. El incremento de las ventas externas manufactureras en febrero estuvo impulsado por diferentes bienes. Productos como equipos de transporte (148,3%),  manufacturas de caucho (112,5%), abonos (97,6%), equipos y materiales fotográficos (93,1%), manufacturas de corcho y madera (89%), plásticos en formas primarias (78,5%), hierro y acero (51%), edificios prefabricados (46,5%), manufacturas de minerales no metálicos (46,3%) y productos medicinales y farmacéuticos (38,9%), entre otros, impulsaron esta clase de ventas. En cuanto al sector de las exportaciones agropecuarias y de alimentos se destacan productos como: pescado (155,9%), azúcares y preparados con azúcar y miel (111,7%), tabaco y sus productos (77,4%), aceites y grasas fijos de origen vegetal (71,6%), pienso para animales (50,7%), carne y preparados de carne (45,9%) y bebidas (42,5%), entre otros. Por otro lado, las exportaciones totales colombianas en el primer bimestre aumentaron 13,9 % al compararlas con igual periodo de 2017. Las manufactureras crecieron 20,5%, las agropecuarias y de alimentos 17,7% y las de combustibles 15,3% en los dos primeros meses del 2018. Argentina, con un incremento de 158%, Paraguay (133,2%), Canadá (135,4%), Austria (119,7%), Francia (83,4%), Corea del Sur (40,5%), Costa Rica (15,7%) y Estados Unidos (4,6%) son algunos de los socios comerciales a los que más crecieron las exportaciones colombianas en los dos primeros meses de este año.

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